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La leyenda del féretro de Livilcar

Antiguamente en el pueblo de Livilcar, cada vez que fallecía una persona era llevada en su ataúd sobre un “féretro”, que una especie de carroza o mesa con ruedas que cargaban los amigos del difunto, y una vez usada volvía al sector del baptisterio de la iglesia de Livilcar.

Dicen que una vez llegada la noche, el féretro salía por si sólo en las noches de la quebrada de Livilcar. El féretro anunciaba la muerte de la próxima persona, e iba en búsqueda de ella no importando donde esté.

“El féretro lo veían hasta en Humagata… Una vez mi papá estaba por Lluscuma y dice que escuchaba bajar un ruido de una carreta, era el féretro…

                                                                                                                          Hernán Tarque Centella

 

“Una vez era chiquita y me mandaron a botar algo en la noche… estaba volviendo a la casa cuando de repente veo que baja desde el cementerio el féretro, venía rápido yo me asusté… La puerta era de cañas en ese entonces, y cuando pasó por afuera de la casa se volvió el aire helado… Otras personas también veían el féretro, y les tiraban piedras cuando pasaba…”

                                                                                                                      Rita Cañipa Quea

 

Típicas_casas_de_adobe_en_el_pueblo_de_Livilcar

Típicas_casas_de_adobe_en_el_pueblo_de_Livilcar

Típicas casas de adobe en el pueblo de Livilcar, por donde los abuelos dicen que pasaba el féretro.

Cerca a la plaza de Livilcar

Cerca a la plaza de Livilcar

Este sector era utilizado como paradero de animales en Livilcar, de ahí se iba hacia el santuario de las Peñas o Arica.

Livilcar, sector antiguo.

Livilcar, sector antiguo.

En la foto se puede apreciar las antiguas casas de Livilcar deterioradas por el paso del tiempo.

Sector de Lluscuma

Sector de Lluscuma

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